CICLO GIRANDO
1 -«Una vida
que gira en torno a Cristo» cómo es
una vida que gira en torno a Cristo? «En torno a Cristo» se dice fácil, pero
vivirlo es más difícil. En los momentos de
la vida cotidiana, muchas cosas compiten con Cristo para ser en el centro de
nuestra atención. Necesitamos algo que
no cambie y que sea seguro
Gálatas
2:20 Mi antiguo yo ha sido crucificado
con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este
cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí
mismo por mí
Como es una vida que gira en torno a Cristo:
1. FUENTE Señor es
la fuente de nuestra rectitud cotidiana. Por nuestra cuenta no tenemos el deseo
interno ni la capacidad moral para vivir en conformidad con las normas de Dios.
Pero en Cristo, tenemos todo lo que necesitamos para vivir de manera acorde con
los principios divinos.
2. CENTRO El Señor
es la motivación de todo lo que pensamos, decimos y hacemos, es quien define
nuestra Fe. En nuestra vida diaria solemos dejar poco espacio para Cristo. Una
vida que se centra en Cristo está motivada por una relación.
3. DESTINO Que el
Señor reciba la gloria. No está mal ir en pos de metas personales, pero anhelemos
que Cristo sea glorificado en todos los objetivos alcanzables. Nuestras
decisiones ya no están controladas por deseos egoístas, sino para su gloria.
4. PROMESA Una vida que gira en torno a Cristo
finalmente se juega todo por el Señor. Esta vida no es todo lo que hay, tenemos
la eternidad, no es solo para no ir al infierno. Hoy tenemos esperanza, Él ha
prometido su retorno, su presencia y gracia.
PREGUNTA: ¿Mi
vida gira en torno a Él? ¿Es mi fuente de vida? ¿Quién motiva lo que hago? ¿La
gloria es para El? ¿Él es mi esperanza, tanto hoy como para la eternidad?
¿Soy egocéntrico o Dios es mi centro? Mucho compite
para estar en el centro de nuestro corazón. ¿Para quién o para qué vives? Hay muchas
opciones: puedes basar la vida en una carrera, un pasatiempo, en ganar dinero o
divertirte. Esas cosas no tienen nada de malo, sin embargo, eso sería pésimo
como centro de vida. Se necesita que en el centro de tu vida haya algo que
sea inamovible, que nunca te puedan arrebatar. Podríamos permitir que una
persona sea el centro y estarías en
riesgo porque esa persona puede salir de tu vida en cualquier momento.
Todo
eso no es malo por sí solo; sin embargo, aquello en lo que centramos nuestra
vida puede convertirse en nuestro dios.
Solo hay
algo que puedes poner en el centro de tu vida que nunca cambiará y que es lo
bastante fuerte como para sostenerte durante toda tu vida: Jesucristo. Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda
la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él.
REFLEXION Quiero animarte a que te detengas por unos instantes
y pienses cómo el mundo puede hacer mella en tu corazón y desplazar a Cristo:
todas esas cosas innecesarias e inútiles, dar prioridad a algo indebido,
dedicar demasiado tiempo a cosas mundanas. Debería sonar una alarma o aparecer
una señal de advertencia que diga: «He dejado de ser el centro de tu vida». Prestar
más atención al mundo que a tener comunión con Jesús y leer Su Palabra. Muy
pronto Jesús será desplazado, el enemigo es muy sutil.
Presta atención a esta escritura: «Mi porción es el Señor». Millones de personas dan testimonio de
ello, de que cuando solo conocían las obras y recompensas mundanas que no les
proporcionaban satisfacción alguna, Cristo llegó a su vida y alumbró con una
extraordinaria luz su alma adolorida.
Lamentaciones 3:24-26 «El SEÑOR es mi porción», dice
mi alma, «Por tanto en Él espero». Bueno es el SEÑOR para los que en Él
esperan, para el alma que lo busca.
Comentarios
Publicar un comentario