EL ESTRADO DE SUS PIES
Isaías 66:1-2
1‘Jehová ha dicho: «El
cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Dónde está la casa que
me habréis de edificar? ¿Dónde el lugar de mi reposo?’
¿Qué significa?
es uno de los muchos versículos en donde Dios se presenta como una
figura grandiosa e inalcanzable. Este es un recordatorio importante para todos
los creyentes, de que Dios no es algo que podamos tomar a la ligera.
En este versículo, Dios está hablando de su grandeza.
Él dice que el cielo es su trono y la tierra es el estrado de sus pies. Esta es
una imagen impresionante, que representa a Dios como el gobernante del
universo. Pero Dios no se detiene ahí.
Él pregunta: "¿Dónde está la casa que me
habréis de edificar? ¿Dónde el lugar de mi reposo?" Lo que Dios está
diciendo es que no hay lugar en la tierra que pueda contener su presencia. No
hay edificio lo suficientemente grande, ni un trono lo suficientemente grande
como para contener su magnificencia.
Aplicación en la vida
cotidiana Este
versículo nos recuerda que Dios es muchísimo más grande de lo que podemos
comprender. A menudo, como seres humanos, nos olvidamos de la grandeza de Dios
y pensamos que podemos controlar todo en nuestras vidas. Pero al recordar la
grandeza de Dios, nos damos cuenta de que él está en control de todo y nos
invita a confiar en él. Esto es especialmente importante en momentos de dolor o
dificultad, cuando podemos sentir que todo está fuera de control. En esos
momentos, podemos recordar este versículo y encontrar consuelo en saber que Dios está en control.
EL CREO EL CONTROLA Preguntas
comunes ¿Qué
significa la imagen del cielo como trono y la tierra como estrado de los pies
de Dios? Esta imagen representa la grandeza y el dominio de Dios sobre el
universo. Él es el gobernante de todo lo que existe, y su reino no tiene fin.
La imagen del cielo como trono y la tierra como estrado de sus pies es una
forma de hacer que su grandeza y majestuosidad sean visibles para nosotros como
seres humanos limitados. ¿Por qué Dios pregunta "¿Dónde está la casa que
me habréis de edificar? ¿Dónde el lugar de mi reposo?" Dios pregunta esto
para enfatizar su grandeza y para recordarnos que no hay nada en la Tierra que
pueda contener su presencia. nos invita a recordar que nuestro Dios es mucho
más grande de lo que podemos imaginar y que su presencia no puede ser confinada
a un solo lugar.
Reflexiones finales
nos recuerda que nuestro Dios es grande y majestuoso, mucho más grande
de lo que podemos imaginar. Podemos encontrar consuelo en su grandeza y confiar
en él en todas las situaciones de nuestra vida. Al recordar que Dios es el
gobernante del universo, podemos vivir nuestras vidas con paz y confianza,
sabiendo que tenemos un Dios que está en control de todo.
Versículo Isaías 66:2
‘Mi mano hizo todas estas cosas, así todas ellas llegaron a ser», dice Jehová.
«Pero yo miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi
palabra.’
¿Qué significa Isaías
66:2?, su importancia y mensajes que podemos conocer en este verso: El
contexto de Isaías 66:2 El libro de Isaías es uno de los libros proféticos del
Antiguo Testamento, que contiene las palabras de Isaías, un profeta del siglo
VIII a.C. Este libro es conocido por sus profecías del Mesías y sus mensajes de
juicio y promesa para el pueblo de Dios. Además, el capítulo 66 de Isaías es un
capítulo que habla del juicio de Dios y de la restauración del pueblo de Dios.
La humildad y la reverencia ante Dios
Tienes dudas? Dios declara que su mano creó todas las cosas,
pero Él presta atención particular a aquellos que son humildes y reverentes
ante su palabra. La humildad y la reverencia son características importantes
para aquellos que buscan y siguen a Dios. El hecho de que Dios preste atención
a aquellos que son pobres y humildes de espíritu sugiere que Él valora la
actitud de la humildad más que los logros, capacidades y riquezas de una
persona. Esto plantea una pregunta importante: ¿cómo podemos ser pobres y humildes de espíritu en el mundo actual que
valora el éxito y la riqueza?
Cómo aplicar Isaías 66:2 en nuestras vidas Hay varias maneras
en que podemos aplicar Isaías 66:2 en nuestras vidas. En primer lugar, podemos tratar de ser más humildes en nuestra
interacción con los demás. Esto podría significar renunciar a la necesidad de
tener la última palabra o ser el centro de atención en una conversación. En segundo lugar, podemos tratar de ser
más reverentes ante la palabra de Dios. Esto podría incluir pasar más tiempo
leyendo la Biblia, asistir a la iglesia regularmente y hacer tiempo para la
oración diaria. En tercer lugar,
podemos tratar de darnos cuenta de que nuestras capacidades, talentos y
riquezas no son el factor más importante en la forma en que Dios nos ve. Dios
nos ama y se preocupa por nosotros independientemente de lo que hayamos logrado
o de lo que poseamos.
Al seguir estos consejos, podemos cultivar una actitud
humilde y reverente ante Dios, lo que nos acerca más a Él y a su voluntad para
nuestras vidas. Resolviendo dudas y
reflexiones sobre Isaías 66:2 - ¿Por qué Dios presta atención particular a
aquellos que son pobres y humildes de espíritu? Dios valora la actitud de la
humildad más que los logros, capacidades y riquezas de una persona. Al ser
humildes y reverentes ante la palabra de Dios, demostramos nuestra disposición
a escuchar y seguir su voluntad para nuestras vidas. –
¿Cómo puedo ser más
humilde y reverente ante la palabra de Dios? Podemos ser más humildes y reverentes ante Dios al
renunciar a la necesidad de tener la última palabra en una conversación, pasar
más tiempo leyendo la Biblia, asistir a la iglesia regularmente y hacer tiempo
para la oración diaria. Al hacer esto, desarrollamos una actitud de humildad y
reverencia ante Dios. –
¿Cómo puede Isaías 66:2 ayudarme en mi vida diaria? Isaías
66:2 nos guía para buscar la humildad y la reverencia ante Dios en nuestras
vidas diarias. Al hacerlo, nos acercamos más a Dios y a su voluntad para
nuestras vidas, lo que nos ayuda a encontrar un sentido de propósito y
dirección. En conclusión, Isaías 66:2 nos recuerda que aunque Dios creó todas
las cosas, Él presta atención particular a aquellos que son pobres y humildes
de espíritu. A través de la humildad y la reverencia ante Dios, podemos
cultivar una relación más cercana con Él y seguir su voluntad para nuestras
vidas
San Juan 1:3 RVC Por la
Palabra fueron hechas todas las cosas. Sin la Palabra nada fue hecho de lo que
ha sido hecho.
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos" Mateo 5, 1-12
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