¿CÓMO SABER DE LA VOLUNTAD DE DIOS? CUAL ES? COMO ES?
Sin dudas que al
acercarnos más a Dios cada día, podremos empezar a conocer con certeza que su
voluntad, que es buena, aceptable y perfecta sobre nuestra vida.
Nos hacemos preguntas como: “¿Cuál es la profesión que desea que escoja?”,
“¿quién es la persona con quien Dios desea que yo me case?”, “cuál es el lugar
donde Dios quiere que viva?”, y mucho más.
Dios revela Su voluntad
a través de varios medios. La podemos conocer a
través de una visión, sueño o voz audible de Dios, a través de su
Espíritu, una Palabra, pero principalmente a través de las Escrituras.
Existe una duda:
“¿Cómo puedo saber si la voluntad de Dios es realmente de Él y no de mi propio
pensamiento, interpretación o emoción? ¿Cómo puedo estar más seguro?”
Como discernir: La palabra dice: verifiquen
cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto”, mínimo
tres cosas. El estándar del mundo sobre lo que es bueno, aceptable y perfecto
no tiene relación a lo que es bueno, aceptable y perfecto para Dios. Marcos
12:30-31 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento.
En palabras simples,
si no conoces a Dios, no sabrás qué es lo que Él quiere. Es imposible agradar a
una persona si no sabes nada de esa persona.
Para poder discernir
si lo que tú recibiste, piensas o sientes es la voluntad de Dios, primero
tienes que ver si tu estilo de vida y tu percepción del mundo está de acuerdo
con lo que conoces de Dios a través de las Escrituras, porque estas son
evidencias de lo que realmente sientes y conoces de Dios.
Conocer mejor a Dios, podremos discernir con
más certeza Su buena, aceptable y perfecta voluntad en todos los detalles de tu
vida.
Encontramos una
buena clave en Romanos 12:2. Ahí se nos dice que no debemos conformarnos a este
mundo, sino ser transformados por la renovación de nuestra mente, para poder discernir cuál es la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta. Esto quiere decir que, para conocer la voluntad
de Dios, debemos tener un cambio de
mentalidad. En lugar de dejarnos llevar por lo que dice el mundo, debemos
ser intencionales en buscar lo que Dios desea que hagamos en cada situación
específica.
Hay 5 cosas que
pueden ayudarnos: Hablar con Dios cada día. El hábito de leer y estudiar la
Biblia. Permitir que el Espíritu Santo nos guíe. Rechazo al pecado. Buscar la
ayuda. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen
Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos. (Salmo 143:10)
Hacer la voluntad de
Dios es seguir a Jesús y tratar de vivir una vida que refleje su amor y su
carácter. ¡Ese debe ser nuestro objetivo! Cuando vivimos en la voluntad de
Dios, lo amamos a él con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. También
amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Jesús dijo que Sus verdaderas
relaciones son aquellas que conocen y hacen la voluntad del Padre: "Porque
todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi
madre" Marcos 3:35.
La voluntad de Dios es que todos nos acerquemos a él,
que todos acepten el regalo de salvación que él nos ha dado a través de Jesús.
Él desea que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Sin embargo, Dios ha decidido no imponernos esa
relación personal con él. Dios nos ha dado libre albedrío para escoger si
aceptamos vivir con él como nuestro Señor y Salvador, o si lo rechazamos. Su
voluntad es que todos sean salvos, pero él no se impone a nadie. Por amor, él
nos permite elegir.
La voluntad soberana de Dios ha sido decretada por él
y nadie la puede detener. Su plan para la humanidad se cumplirá en el tiempo
designado por Dios y a su manera. Él tiene el control y ninguno de nosotros,
por más que nos esforcemos, impedirá el cumplimiento de ese plan.
Por ejemplo, la voluntad general de Dios para la
humanidad es que nos amemos, que obremos con justicia y vivamos en paz unos con
otros. Eso es lo que él desea. Pero muchos rechazan su voluntad, odian a su
prójimo, cometen injusticias y desatan guerras. A Dios no le agrada, pero lo
permite.
También hay una voluntad específica de Dios para cada
persona. Aquí entran cosas como la elección de decisiones personales
importantes. Dios anhela participar de las decisiones que tomamos. Él sabe lo
que es mejor para nosotros y desea guiarnos, nosotros elegimos si buscamos y
seguimos su dirección o no, sabiendo que habrá consecuencias.
Por lo tanto, una de las formas principales de hacer
la voluntad de Dios es aceptar a Jesús como nuestro Salvador y seguirle. Tristemente,
muchos rechazan a Dios. Pero la decisión final es personal. Cada uno debe
decidir recibir o no el regalo de salvación dado por Dios.
Dios nos ha revelado parte de su voluntad en la
Biblia. Por eso, un buen paso para aprender a vivir dentro de la voluntad de
Dios es leer su Palabra y permitirle que nos transforme para que vivamos en
obediencia a Dios.
Dios no ha revelado aún la totalidad de su voluntad, él
no tiene por qué explicarnos todo ni decirnos cómo lo hará. Él es Dios,
nosotros, sus criaturas. Hay muchas
cosas que no conocemos, pero que forman parte de la voluntad de Dios y se van
revelando poco a poco o según acontecen.
Así, no es
la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos
pequeños. Mateo 18:14. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es mi
hermano, y mi hermana, y mi madre.(Marcos 3:35)
El que
quiera hacer la voluntad de Dios, sabrá si la enseñanza es de Dios, o si yo
hablo por mi propia cuenta.(Juan 7:17) La voluntad de Dios es que sean
santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual.(1 Tesalonicenses 4:3) Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.(Mateo 6:10)
VERSÍCULOS:Porque esta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los insensatos. (1 Pedro 2:15) El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.(1 Juan 2:17) Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesal 5:18) Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.(Hebreos 10:36) Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.(Salmo 40:8) Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.(Efesios 5:17)
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