SIN CAMBIO
NO HAY CRECIMIENTO
Nuestra tendencia como seres humanos
es resistir todo aquello que nos pueda sacar de nuestra zona de comodidad. Lo
más importante a tener en cuenta es que
no existe ser humano que realice un cambio en sí mismo si este cambio no surge
desde su propia necesidad. Usualmente cambiamos cuando se presentó una crisis y ya no queda de
otra que cambiar.
Nuestro Dios
se especializa en los
cambios.
“Nada en Cristo se
queda igual a como lo tomó!!!!
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Si necesitas una evidencia de cambio considera tu propia vida, has visto los
cambios que Él ha producido en tu vida y como te ha llevado a través de
diferentes experiencias. El no cambia pero todo lo demás si.
Muchas veces se dice que la única
manera de lidiar con el cambio es cuando uno es el que lo hace. Pero, la verdad
es que la mayoría de las veces tenemos menos control que el que creemos. Somos
impulsados a cambiar. Cristo te cambia.
Para la Salvación tenemos que
cambiar nuestra mente (hay que arrepentirse) y
para obtener la madurez espiritual tenemos que permitir que el Espíritu
Santo nos cambie, como dice su palabra: “Y
no os conforméis a este siglo, sino transformaos [cambiar) por medio de la
renovación de vuestro entendimiento (lo que pensamos), para que comprobéis cuál
sea la buena y aceptable y perfecta voluntad de Dios. Lea Romanos 12:2
Piense en el proceso por el cual pasa un asemilla para convertirse
en planta, asombroso no!!! Un poco de humedad un poco de sol y esa semilla
comienza a cobrar vida, primero los
brotes, luego las raíces y por último la cáscara de la semilla
desaparece, cuantos cambios!!!! Cambios
ahí en lo oculto, ahí debajo de la tierra hasta que sale a la luz!!! Los creyentes pasamos por los mismos
cambios para poder crecer, cambios desde
adentro, arrepintiéndonos y renovando nuestra mente.
El crecimiento es un proceso de cambios continuos y radicales, el Apóstol Pablo fue un especialistas en cambios,
y cabios drásticos un día andaba persiguiendo cristianos para matarlos y al
otro día andaba predicando de Cristo, su vida reflejó cambio y crecimiento
espiritual!!!
En la carta a 1 Timoteo 1:13 Pablo dice “Estoy agradecido a Cristo
Jesús nuestro Señor, que me impartió poder, porque me consideró fiel y me asignó a un ministerio, aunque antes era
blasfemo y perseguidor y hombre insolente. No obstante, se me mostró
misericordia, porque era ignorante y obré con falta de fe.
Si algo sabemos, es que tarde o temprano tendremos que cambiar
si queremos crecer. Los cambios nunca
serán fáciles y en la mayoría de los casos incómodos pero sin ellos será
imposible experimentar frescura, ver la luz y sentir el crecimiento. Prepárate para una nueva vida de
crecimiento continuo.
Si estudias la vida de personas como el Apóstol
Pablo o de tanas personas que han
cumplido con su misión en la vida, una
de las características que los distingue es que no se opusieron a los cabios
sino que se activaron.
El Apóstol Pablo
escribió a los Filipenses 3:12-14 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús.
Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Quieres crecer?
Necesitas cambios profundos, necesitamos un proceso profundo, un
entender por qué es tan importante el modificarme por dentro.
Te exhorto a que inicies los
cambios que sean necesarios, formas parte de un Ministerio que reúne todas las
condiciones para que desarrolles tu crecimiento.
Prosigue como dice la
Palabra, creciendo hacia la meta porque
allí está el premio de las manos de
Cristo!!!
Amén
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