ANTES DE BELEN

 

TRAS LAS HUELLA DE CRISTO

REFLEXIÓN  Antes De Belén    -Junio2024

Antes de Belén No Conocíamos El Amor Inconmensurable.

Jesús tenía todas las ventajas y beneficios de la divinidad, era ilimitado, infinito y eterno. Juan 1:3 dice que… Por [Jesús] fueron hechas todas las cosas, Él hizo las galaxias, billones de billones de estrellas, y todo lo que tiene vida. Por eso nosotros y lo que nos rodea dice, “Hecho por Jesús”.

 Dice Filipenses 2:5-8 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

El apóstol Pablo nos exhorta a tener la misma actitud o sentir que tuvo Cristo, quien se despojó de su gloria y se hizo siervo, obediente hasta el punto de morir en la cruz.

Cristo, aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos, adopto la humilde posición de servir y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales para la rendición de nuestros pecados. Un santo se hizo pasar por pecador.

 ¡Este fue un acto supremo de Jesús! una actitud suprema, algo que no se había visto.

 5 dice, Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Todo el mundo tiene buenas actitudes y malas, que guían nuestra vida entera, y hay otras van y vienen, que las obtenemos de nuestro entorno familiar, social, situaciones, ect. Las circunstancias y las personas afectan nuestras actitudes. Pablo le dice de tener la actitud de Jesús. La esencia de la actitud de Jesús es, misericordia, gozo, llanto, servicio, amor, mirar y ver, y la humildad. UNA ACTITUD DE BUENAS OBRAS.

 6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. El desprendimiento para servir a otros desde la igualdad.

 7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos, nació como un ser humano, se hizo como uno de nosotros. Dependió de un cuerpo humano, sintió hambre y sed. Pasó por todas las etapas normales del humano, tuvo crecer, aprender, educarse.

¡Jesús era genuinamente humano! Su alegría era auténtica y cuando lloró sus lágrimas era tan reales como las tuyas o las mías. Renuncias: A su deidad (Jn. 1:29; 2 Co. 5:21).  Riquezas (2 Co. 8:9 cp. 20:28; Mr. 10:45; Jn. 10:11). Gloria celestial (Jn. 17:4; Is. 6:1-3; Jn. 12:41; Is. 53:3). Autonomía/voluntad (He. 5:8; Jn. 5:30 cp. 5:19; 14:24).

 8 [Jesús] se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. La crucifixión era la forma más cruel de ejecución, sin embargo, Jesús aceptó los clavos, aceptó los latigazos, sintió la punta de la lanza. ¡Y dio un último suspiro terrenal: POR AMOR

La cruz, esta fue la gran humillación del Hijo de Dios, en obediencia al Padre, incluso llevándolo hasta la muerte.

 REFLEXIÓN Jesús vivió como Siervo, sirviendo a los hombres de todas las capas sociales, sin acepción de personas. Sirvió a los ricos como a los pobres, a los judíos y no judíos, a los prestigiosos y a los marginados, e incluso lavó los pies de sus discípulos, haciendo el trabajo de un esclavo del rango más bajo.

 ¿Está este sentir de Jesús también en nosotros?

Jesús dejó su posición de divinidad, y adoptó la posición de una humanidad caída en la cruz. Antes de Belén nunca en la historia ha habido “una condescendencia de esta magnitud”

Si el Hijo de Dios pudo tener tal SENTIR de humildad, un sentir de sacrificio y amor, “nosotros  no tenemos alguien mejor a quien imitar”

¿Está tu sentir a la altura de Jesús? está dispuesto a tocar al leproso, a ser ridiculizado por el bien del reino, a soportar los ataques del enemigo, y servir a otros con toda humildad…

Él entró al mundo para mostrarnos en Su sentir Su afecto y Su bondad:

AMOR INCONDICIONAL.

Cuando aprendamos SENTIR  como Jesús SENTÍA, veremos a la gente, a través de los mismos ojos de Jesús.

Haremos “por otros”  grandes cosas aprendidas del sentir de Jesús.

Pastora Ana Carril

 

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