Dios es en su soberanía, tiene atributos tales como:
-Es omnipresente, que
está presente a la vez en todas partes, no es que llega aprisa él está.
-Es omnisciente,
todo lo sabe, tiene conocimiento de
todas las cosas reales y posibles.
-Es omnipotente,
todo lo puede no hay imposibles para él.
Este atributo, la
omnipresencia de Dios de estar en todas partes a la vez y siempre, es una
promesa.
Él es omnipresente o
sea él está presente, incluso cuando no experimentamos su presencia, aún si no
lo reconocemos, aun si negamos su existencia. El hecho de que Él está con
nosotros es claro, porque él lo prometió, y su presencia se manifiesta, él se
muestra. Ejemplos:
-El Padre (Isaías
66:1), el Hijo (Juan 1:48), y el Espíritu Santo (Salmo 139:7-8).
-Cuando “el Padre”
le habló a Moisés en la zarza ardiente, había
estado presente y pero escoge manifestarse en el monte Horeb. Éxodo 3:1-3
-El Hijo se manifiesta
"y aquel verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros" Juan 1:14
-El Espíritu Santo,
se manifiesta a los que estaban reunidos el día de Pentecostés Hechos 2:4.
-Incluso la presencia
de Dios está en la vida de los discípulos Hechos 17:6
En el Salmo 71, David en su angustia ora a Su
Dios amoroso, misericordioso y justo. David entiende que Dios está con él, y
esa es la razón por la que él ora.
Dios nunca abandonó
a Sadrac, Mesac, y Abed-nego, Daniel
3:24-25 El rey, ignorando la
omnipresencia de Dios, arrojó los tres varones en el horno de fuego ardiendo. Y
ahí fue cuando Dios manifestó su presencia, fue percibida, incluso para el rey
pagano. Esto es la presencia manifiesta de Dios.
Nunca hay un momento en el que Dios no esté presente
con nosotros, pero hay veces cuando Dios no está claramente manifiesto con
nosotros. A veces Su presencia no es clara ni evidente para el ojo humano o el
espíritu humano, ahí estamos llamados a "vivir por fe, no por vista" 2 Corintios 5:7
La
omnipresencia de Dios puede existir sin nuestro conocimiento, pero la presencia
manifiesta de Dios, no. Su presencia manifiesta despierta en nosotros la
conciencia de que es real.
Los
creyentes tienen siempre al Espíritu Santo en sus vidas, pero no siempre
manifiesto. El Espíritu Santo habita
en ellos: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo 1 Corintios 6:19. El Espíritu no será quitado de nosotros, es
nuestro consolador y nuestro ayudador hasta que Jesús venga, en ese momento
Jesús estará con nosotros, claramente y por siempre. Juan 14:16
Pero que el Espíritu more en el creyente no es lo
mismo que la presencia manifiesta del Espíritu. Cada creyente pasa por momentos en que sigue con sus
actividades sin estar consciente de la presencia del Espíritu dentro de él.
Pero luego, hay momentos cuando ese mismo Espíritu que habita en él, lo visita
de una manera especial y evidente. Podría ser una canción que el Espíritu trae
a nuestra mente; podría ser un encuentro casual con un creyente; podría ser un
impulso a orar, un deseo de estudiar la Palabra, o una sensación de paz
inexplicable; el Espíritu no está limitado en la forma en la que se revela a Sí
mismo.
El punto es que Él
se hace conocer. Él es nuestro consolador. "por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios" (Romanos 8:15-16).
¿Debemos también buscar la presencia manifiesta de Dios? Por supuesto. Es nuestro mayor anhelo su presencia manifiesta en nuestra vida cristiana. Isaías 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará.
Pastora Ana Carril
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