HASTA CUANDO

HASTA CUANDO?  OCT24

1 SAMUEL 16 Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey.

Puede que Dios nos esté preguntando hoy  lo mismo: ¿HASTA CUANDO LLORARÁS?  

-porque la vida no es como lo imaginabas?  -porque las cosas no salieron como lo pensabas?

-por los errores cometidos?  -por las decepciones?

CONTEXTO: El pueblo de Israel quería un rey como los otros pueblos, ignoraron los avisos del profeta Samuel y eligieron un rey: Saúl. Este Rey  en sus comienzos dependía de Dios pero con el tiempo él tomó las riendas, ignorando los mandamientos de Dios mientras iniciaba sus propios mandamientos. Como consecuencia, Dios desechó a Saúl y decidió nombrar otra persona como Rey: David.

El Profeta Samuel estaba desanimado por el fracaso de Saúl que “pasó la noche clamando al SEÑOR” (1 Samuel 15:11).

 Luego, un día Dios le dijo, “ ¿Cuánto tiempo vas a quedarte llorando?

No se trata de  quitarle importancia a las situaciones dolorosas y desalentadoras de nuestra vida.  La intención de Dios es que nos quedemos estancados en el desánimo.

Samuel era un profeta  con todas las virtudes y los defectos de cualquier ser humano. Su amigo, el rey Saúl había sido destituido del trono por Dios. Continuaba en el cargo, pero para Dios era como si él no existiese. Y Samuel lloraba, por causa de la nostalgia tal vez, por miedo del futuro quien sabe.

 A pesar de los designios divinos y aunque Dios no aceptaba más a Saúl, como rey, Samuel se aferraba al pasado y se negaba a entender que las cosas cambian y que era necesario avanzar.

Una noche Dios habló con Samuel y le preguntó: ¿Por qué lloras? Cada vez que Dios pregunta algo al ser humano no es porque no sabe sino porque quiere que el hombre piense. Pensar es la mejor manera de entender. Lo que Dios quería es que Samuel entendiese que la vida tiene etapas.

La etapa de Saúl había pasado, había sido destituido.  El pensamiento que deseo destacar es que había llegado la hora de terminar una etapa y comenzar otra pero el profeta se resistía a hacerlo.

Lo que importa es que el presente está en tus manos y es necesario vivirlo. Cada vez que vives el presente mirando hacia el pasado corres el riesgo de chocar contra cualquier obstáculo.

Hoy puede ser un día diferente.  Por lo tanto, prepárate para los grandes desafíos y las victorias que el Señor Jesús preparó para ti, pero no te olvides de lo que Dios le preguntó a Samuel: “¿Hasta cuándo?  

Dios luego le dijo a Samuel: “Mejor ven, tengo otra tarea.

En algún momento de nuestro andar SI NOS QUEDAMOS, Dios vendrá también, para decir: es hora de levantarte y ponerte en camino.

Tu vida no ha terminado. ¡Quedan más capítulos para ser escritos! Suelta tu abatimiento y agarra la siguiente tarea.

Es lo que Dios espera de nosotros hoy: dar el primer paso en la obediencia. Él se ocupará de todo lo demás.

DESPUES DEL REY SAUL EL PROFETA SAMUEL UNGIÓ AL REY DAVID, UN HOMBRE “CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS”

 Isaías 55:9 «Porque como los cielos son más altos que la tierra, Así Mis caminos son más altos que sus caminos, Y Mis pensamientos más que sus pensamientos.

Señor te reconocemos que a veces nos ha costado soltar algunas situaciones de nuestra viada, nos hemos quedado amarrados lamentándonos. 

Hoy, decidimos afrontar esas situaciones y avanzar.  Tendremos en cuenta que cuando las cosas no salgan como se esperaba, lo veremos  como un proceso de crecimiento. Confiamos en tu soberanía sobre nuestra vida, aun cuando no lo entiéndanos. En el Nombre de Jesús, Amén.

¿Qué está sucediendo? 1 Samuel 13-15 responde a la pregunta: “¿Por qué Dios rechazó a Saúl como rey?”

La respuesta más sencilla es que Dios rechazó a Saúl porque Saúl rechazó a Dios. Más específicamente, Saúl rechazó la palabra de Dios entregada por Samuel, el profeta de Dios. Justo antes de la batalla de Saúl contra los filisteos, Saúl no esperaba a Samuel como se le había ordenado. En cambio, Saúl desobedeció y ofreció un sacrificio él mismo ( 1 Samuel 13:9 ).

Samuel dice que, como Saúl se niega a escuchar a Dios, ha perdido la esperanza de una dinastía eterna en Israel ( 1 Samuel 13:13 ). Su hijo Jonatán no se sentará en el trono después de él, sino que lo hará alguien “conforme al corazón de Dios” ( 1 Samuel 13:14 ). Esto es una pena, porque Jonatán habría sido un mejor rey que Saúl.

Jonatán, que se encontraba en inferioridad numérica y armado, se lanza valientemente a la batalla, confiando en Dios contra todo pronóstico ( 1 Samuel 14:6 ). Al mismo tiempo que Jonatán escucha a Dios, Saúl reemplaza al profeta de Dios por Ahías. Es el nieto del sacerdote infiel Elí y el sobrino de Icabod, cuyo nombre significa literalmente “la gloria de Dios se ha ido” ( 1 Samuel 14:21 ). Saúl se ha rodeado de personas que se oponen a la voz de Dios.

Mientras que la fe de Jonatán en Dios le asegura una victoria milagrosa ( 1 Samuel 14:14-15 ), Saúl se lanza a la batalla e impone precipitadamente un ayuno entre sus soldados sin ni siquiera consultar a su falso sacerdote ( 1 Samuel 14:19 , 24 ). Su liderazgo impulsivo significa que el ejército hambriento de Israel termina pecando cuando finalmente venga ( 1 Samuel 14:33 ).

 Aún más trágico es el hecho de que, cuando Saúl finalmente intenta orar, Dios se niega a responderle ( 1 Samuel 14:37 ). Y en lugar de reconocer su propio pecado, Saúl culpa a Jonatán por el silencio de Dios y trata de matarlo ( 1 Samuel 14:44-45 ). Todos estos problemas se repiten en la batalla de Saúl contra los amalacitas cuando Saúl desobedece otro mandato de Dios 1 Samuel 15:9 ).

Cuando Samuel lo confronta, Saúl finge que sus motivos son honorables ( 1 Samuel 15:21 ), pero Samuel le dice que no entiende lo que le está diciendo. Dios quiere su obediencia ( 1 Samuel 15:22 ), y la constante falta de obediencia de Saúl significa que el reino le será arrebatado de las manos y entregado a alguien más digno ( 1 Samuel 15:28 ).

MEDITEMOS: Dios rechazó a Saúl porque Saúl rechazó la palabra de Dios y vino la necesidad de un reemplazo: David (1 Samuel 13:14). Este nuevo Rey necesita aceptar a Dios y su voluntad en lugar de rechazarla, escuchar a Dios y su palabra para saber cómo y cuándo sacrificar.

HOY TENEMOS EL REY DE REYES: Rey es Jesús. Jesús obedeció la palabra de Dios y cumplió cada mandamiento (Mateo 5:17). Su corazón y el corazón de Dios son el mismo (Hebreos 1:1-2). Jesús no hizo nada sin esperar en oración la dirección de Dios (Juan 5:19). Como un buen líder, asumió la responsabilidad por los pecados que no cometieron (2 Corintios 5:21). Jesús recibió la palabra de Dios incluso cuando eso significaba sacrificarse (Lucas 22:19). Y ahora Jesús gobierna para siempre a la diestra de Dios (Hechos 7:56).

 Así que no seamos como Saúl, que perdió el reino de Dios, ni nos quedemos estancados como Samuel. Hay mucho por hacer, levántate, seca tus lágrimas.

Cuando aceptamos al Rey Jesús, obtenemos un Reino que dura para siempre, sin decepciones.

LENA TU CUERNO DE ACEITE Y VEN, SEGUIREMOS UNGIENDO

PASTORA ANA CARRIL

  

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