CAMINANDO EN LA VERDAD DE DIOS -1
Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. (Salmos 86:11)
Veamos primero ¿Qué es la verdad?
Cuando Jesús fue llevado por el Concilio a juicio frente a Pilato dijeron «Este hombre ha estado llevando al pueblo por mal camino” (Lucas 23:1). Pilato y el pueblo, tuvieron la verdad frente a sus ojos pero no pudieron verla. Hace 2.000 mil años atrás y nosotros hoy en día sin Cristo vivimos en un mundo en el que la verdad no existe.
Cristo era y es la verdad. Pero ellos a pesar de que miraron la cara de la Verdad encarnada, no pudieron discernirla. Pilato era como muchos de nosotros hoy en día, cara a cara con la VERDAD y no la vemos.
¿Qué es la verdad, la podemos ver? la verdad es la realidad, se trata de cómo las cosas son, no lo que nuestros ojos ven sino lo que Dios nos revela. Su naturaleza es la verdad, así es Dios todo verdad o acaso él tiene algo de falso, o algo que cambie según de donde lo miremos!!!
Existe una manera de seguir los pasos del Señor Jesús y permanecer firme en esa dirección, aun en medio de un mundo que no conoce la verdad. Puede no ser fácil, pero el camino ya está iluminado por el sacrificio en la cruz!!!
En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. Salmo 31:5.
Los primeros pasos en este caminar “en la verdad de Dios”:
1. En la Largada: escuche su voz
En los momentos de tentación y de pruebas, es cuando el Espíritu Santo nos dice “este es el camino que tienes que seguir”; “sigue en esta dirección”. Cuando llega el consejo oportuno, si se obedece la voz de Dios, aunque no se pueda ver el camino, dará pasos seguros guiado por la voz del Espíritu Santo.
2. Se largó: Elija el camino que va a seguir
Dios nos hizo libres para que hagamos nuestras propias elecciones, escojamos nuestro propio camino, según sea bueno o malo, tendrá consecuencias buenas o malas. Si quiere seguir por una dirección diferente a la que es dada por Dios, puede hacerlo, pero seguirá solo, sin la presencia de Él. Es como si Dios dijese: “Ok, ¿es esto lo que quieres? Entonces ve. Yo Me voy a sentar aquí a esperar.” Y Él espera, tiene toda la eternidad. Cuando volvemos a su camino, el arrepentimiento elimina el peso de la decisión equivocada. Cuando hay arrepentimiento, las vallas que nos separaban de Dios son derrumbadas, y tenemos el camino libre para seguir sus pasos.
3. Durante la caminata: Una dosis de humildad
Tener un corazón humilde es vital para seguir a Dios, Él puede usar en proporciones mayores a los humildes de corazón. Así como los corredores se toman una buena dosis de vitaminas antes de la carrera bebamos un buen vaso de humildad para empezar esta caminata con Dios.
Estar listo para caminar con Dios, sin comparar nuestra vida con la de los demás. Nuestros ojos tienen que estar en el gran Maestro, siempre atentos a lo que Él nos pide o nos enseña. Porque Su voluntad siempre será mayor y mejor que la nuestra.
4. La Llegada: obedezca las normas
Cumpla los estatutos y para eso necesita la obediencia, que desarrolla un diálogo abierto con Dios, que nos mantiene en sus planes y nos permite conocer su voluntad.
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Imagínese la voz de Dios diciendo: Fueraaaa estás descalificado!!! Por no escuchar mi voz, por elegir un mal camino, por no ser humilde, o porque no cumples lo que dicen mis normas, porque no me obedeces: Su Palabra dice de Jesús “ …y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Filipenses 2:8Hoy está a punto de inscribirse en una caminata, si quiere llegar; escuche la voz de Dios, acepte la guía del Espíritu Santo, sea humilde para dejarse guiar, y cumpla con obediencia los estatutos de la Palabra para no quedar descalificado.
Jesús ya caminó en verdad, escuchando la voz del padre y nos marcó el camino, solo tenemos que seguirlo.
La justicia irá delante de Él, y sus pasos nos pondrá por camino. Salmos: 85:13
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